Fecha
25 de marzo de 2022
Ayer inauguramos #CiudadPerdida, el proyecto de caminatas de audio en el centro histórico de San Salvador que rescata los testimonios de quienes estuvieron en el funeral de monseñor Romero, el 30 de marzo de 1980. Una producción de Alharaca con el apoyo del @CCESV, @PNUDSV y COSUDE y en alianza con el @EspacioMemorias, @AntifazPolitica, @laradiotomada y el @tejiendomemoria.
La actividad se enmarca dentro de la Semana Europea de los Derechos Humanos que tiene como objetivo “Despertar conciencias”, tal y como expresó el embajador de la Delegación de la Unión Europea en El Salvador, François Roudié, quien participó en la inauguración junto al embajador de España en El Salvador, Carlos de la Morena; la representante residente del PNUD en El Salvador, Georgina Braga-Orillard; y el rector de la UCA, Andreu Oliva.
La representante del PNUD recordó que “la Asamblea de Naciones Unidas, hace doce años eligió este día, el 24 de marzo, como el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas”, coincidiendo con el día del asesinato de monseñor Romero.
El embajador de España en El Salvador, señaló que estas actividades “honran la memoria de monseñor Romero, un gran defensor de los derechos humanos que fue asesinado por defender públicamente a los más desfavorecidos y por denunciar en voz alta y clara los abusos del poder”. El rector de la UCA destacó que debemos recordar a Romero “para seguir su ejemplo, recordar que él fue capaz de decir grandes verdades y grandes injusticias con amor”.
Ciudad Perdida inició con un programa en vivo a través de la Radio Tomada, la radio del #CCESV, transmitido desde la plaza Gerardo Barrios, presentado por la directora del #CCESV, Eloisa Vaello Marco, en el que pudimos escuchar algunos de los testimonios de las personas protagonistas de este proyecto, que ponen voz y sentidos a lo que vivieron aquel día, que fueron entrevistadas por la periodista de Alharaca, Mónica Campos.
Patricia Morales Tijerino, sobreviviente de la masacre del funeral de Monseñor Romero, dijo que “el silencio fue una forma de protegernos, curarnos de una manera” y que acciones como Ciudad Perdida son “la oportunidad de vernos, de acompañarnos y sanar”.
Ana Ruth Aragón, quien también pone voz a uno de los recorridos sonoros y quien estaba en un costado de la plaza aquel 30 de marzo de 1980 junto a su esposo y su hijo contó que “las nuevas generaciones no conocen a Monseñor Romero, no saben y no es su culpa, nosotros, que sí sabemos, creo que es importante que hablemos desde lo que sentimos en aquel momento, esos hilos que nos tocó ese instante”.
Otra de las personas entrevistadas, Joaquín Aguilar advirtió que “lo importante de la historia es no repetir los mismo errores, es muy frágil la vida de los países”. Su testimonio también forma parte de las caminatas de Ciudad Perdida, aquel día Aguilar se encontraba en la plaza junto al Movimiento de técnicos y profesionales independientes de ese momento que estaban luchando porque el país cambiara.
Después de los testimonios, Karen Campos, del Espacio Memorias del PNUD, moderó un conversatorio junto a Jimena Aguilar, directora creativa de Alharaca, y Carlos Henríquez Consalvi, director del Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI).
Sobre Ciudad Perdida, Consalvi dijo estar “conmovido de ver nuevas generaciones usando las nuevas tecnologías para recoger lo que estas calles nos dicen, las calles de San Salvador están llenas de memoria”.
Por su parte, Jimena Aguilar destacó que “tener esos diálogos entre el pasado y el presente es muy importante, la memoria es algo que se construye y es algo que como grupo nos transmitimos y no es algo fijo, nuestro presente también afecta cómo recordamos el pasado”.
“Para nosotros, Romero es pensamiento y, sobre todo, proyecto de país y, si queremos construir un país diferente al que tenemos, ahí está ese plan de gobierno lleno de humanismo, justicia y equidad”, aseguró Consalvi, quien se refirió a la exposición “Telegramas al cielo” que reúne las fotos del archivo personal de Monseñor que como un mensaje hacia el futuro, nos habla de un Monseñor “no sentado en la mesa de los poderosos sino con las enfermas de tuberculosis en el hospital de San Miguel, con los presos en condiciones inhumanas, un Monseñor Romero con las comunidades campesinas indígenas en Izalco, ese es el monseñor que hemos conocido y que rescatamos”.
Las personas interesadas en hacer memoria de manera colectiva podrán los días 26, 27, 28 y 30 hacer los recorridos guiados con promotores en los siguientes horarios: 12, 1, 2 y 3 de la tarde, en la plaza Gerardo Barrios y plaza Francisco Morazán. Además, el día 30 frente a Catedral se enflorará como parte de una acción colectiva en conmemoración del aniversario de la masacre. Para las caminatas, las personas deben llevar su celular, audífonos y bajar la aplicación ECHOES.